martes, 28 de junio de 2011

BENDITO COLEGIO

Siempre se ha dicho que las cosas se valoran una vez que las pierdes… Hasta entonces no te das cuenta del valor que tienen… pero cuando las pierdes, las echas tantísimo de menos…

Estoy en ese momento crítico de mi vida… Crítico, critiquísimo…

No me doy cuenta de lo estupendo que es el COLEGIO hasta que se acaba… Y tengo a mis dos maravillosos cafres en casa. Es la bombaaaaaaaaa!

En primer lugar, porque desde que acaban el cole hasta que los vuelves a “empaquetar” en el campamento, pasan diez/quince días durísimos, en los que tienes que bregar con llamadas a todas horas del tipo: “Mamaaaaaaaaaaaa, el PLANETA me está pegando!!!!”, “Mamaaaaaaaa, ze ha colado la pelota en el jardín de al lado!!!”, “Mamaaaaaa, el agua de la piscina está helada y se ha terminado la crema… Además no encuentro mis gafas de nadar y me pican los ojos!!!”, “Mamaaaaaaa, me he enfadado con “menganita” y ya nunca, jamás del mundo voy a volver a ser su amigaaaaaaa. No la invites a casa nunca mássssss!”, “Mamaaaaaaaa, me aburrrrrrroooooooo!!! ¿Qué puedo hacerrrrrrrrrrrr?”…

Y tú, delante del ordenador, en tu trabajo, estás intentando solucionar los “problemones vitales” de tus dos enanos.

“Mi niña, abre el tercer cajón de la cómoda de tu cuarto y verás una bolsa de globos. Bajala a la piscina, dile a “Menganita” que le perdonas y ponte a llenar los globos de agua y haz una guerra”… “Oye! No os peleeís!!! El niño Jesús se pone triste cuando dos hermanos se pelean”, “Mi niña, si te pican los ojos no los abras debajo del agua, vale? Es por el cloro que ponen en la piscina. Para que esté azul tienen que poner cloro….”, “¿Qué te aburres mi vida? ¿Has hecho ya un ratito de tus deberes de verano?”

Todos estos mensajes los mandas desde tu trabajo. Y te das cuenta de lo tranquila y feliz que vives cuando tus dos enanos están en el cole y nadie te llama para ponerte las pilas sobre sus desgracias diarias…

Y piensas que gusto que todos los problemas de tu vida sean que te pica el agua de la piscina, que te aburres, que el agua está fría, que la pelota se ha colado en el jardín del prójimo… Qué maravilla!!! Qué suerte ser niño!!!

Después viene el campamento, y siempre, siempre, siempre, se te ha olvidado algo el primer día… “Mamaaaaa, no me has metido la pasta de dientes y no me he podido lavar después de comer”… “Mamaaaaaa, hoy no había tenis, y he ido cargada como un burro con la raqueta todo el día!!!”“Mamaaaa, he perdido el gorro de la piztina!!!” … “Mamaaaaaa, laz niñaz que me han tocado zon todaz tontazzzzzz!!!”

Y tú, que sigues delante de tu ordenador, vuelves a recoger la lista de protestas: “No pasa nada, cariño, esta noche te los lavas más ratito”… “Bueno, mañana habrá tenis, además la raqueta tampoco pesa tanto”… “No te preocupes, mamita te compra otro gorro de piscina”… “Ya te harás amigos cariño, el primer día estais todas nerviosas por la novedad”…

Termina el campamento, y te das cuenta de que desayunan, comen, meriendan y cenan en casa todos los días… Y decides hacer un “programilla” con todas las comidas y cenas del mes, que sabes positivamente que no vas a cumplir, porque no tienes tiempo material de preparar los platos apuntados, pero queda que te cagas en la nevera, y cuando lo miras por la mañana, tu “ego personal” se eleva hasta el infinito… ¡¡¡Qué organizada soy … joder!!!

Y entonces empiezas a recibir las protestas por el menú: Mamaaaaaaaaa, hoy ponía macarrones y resulta que hay lentejaz… Hace un calor horrible y no noz guztaaaaaaan!!!!!”“Mamaaaaaaaa, otra vez pescadooooooo??? Ya lo cenamos hace cuatro díassssss!!!!”“Mamaaaaaaaa, yo quiero ponerle al arroz un poco de ketchup… no lo quiero con tomate, lo quiero con ketchup!!!!”“Mamaaaaaaa, me puedo ir a comer a casa de Menganita? es que tienen filetes y tu has hecho crema de calabacín que la odioooooooooo!!!!”

Vuelves a sacar tu diplomacia, delante del ordenador de tu trabajo, y les intentas convencer: “Vamos a ver mi vida, para ponerte fuerte como Spiderman, tienes que comer lentejas”… “Oye, el pescado del otro día era rebozado y el de hoy es a la plancha!!!! No es igual!!!” … “Mi niño, el ketchup está bien para las salchichas, pero el arroz ha sido toda la vida con tomate!!!” … “No, no te vayas otra vez a casa de Menganita, llevas cuatro días seguidos comiendo en su casa y me está empezando a dar vergüenza hija!”

Esto te toca, casi diariamente, hasta Septiembre. Durante el mes de Agosto con poco de suerte no lo sufres por teléfono, porque te lo dicen a la cara, todo seguido y de corrido, durante tus maravillosas vacaciones playeras…

Yo lo pienso, y creo que no era así de pequeña. En mis vacaciones no daba el toñazo a mi madre a todas horas, diariamente, durante tres meses… Y si era así, no entiendo como mi madre pudo sobrevivir a cinco hijos y ser feliz.

En fin… solo llego a una conclusión después de todo esto:

¡¡¡BENDITO COLEGIO!!!!

Y el verano acaba de empezar… Dios Mío, dame paciencia, pero dámela yaaaaaaaaaa!!!!!!!!!

domingo, 26 de junio de 2011

EL SORTEO

Hace un mes gané en un sorteo… No gané el primer puesto, gané el tercero, pero de 565 participantes, yo salí vencedora en tercer lugar. ¡¡¡Qué suerte verdad!!! La estadística me dice que será difícil que vuelva a ganar nada nunca más en mi vida, pero… ¿Quién se fía de las estadísticas?

Mi sorteo lo realizaba la Junta Municipal Electoral de mi “pueblo” y salí ganadora del tercer puesto en la Mesa Electoral de la Elecciones que se celebraron el pasado día 22 de Mayo. Fui Vocal 2º Titular. No suplente, porque había posibilidad de quedar cuarto y ser suplente, pero no, a mi te tocó de titular… Como Iker Casillas en el Madrid. Siempre titular. ¡Qué fortuna la mía!

El sorteo implicaba obligaciones y premios:

1.- Las obligaciones eran: presentarse a las 8 de la mañana de un domingo en el Colegio Electoral, pasar allí todo el día buscando en un listado a los censados que pretendían votar, cerrarlo a las 20.00 de la tarde/noche, hacer el recuento de los votos, rellenar miles de actas copiativas que recogían los resultados, una vez escrutados/recontados los votos, llevar al Juzgado los resultados y volver a tu hogar (esto último no era una obligación sino una necesidad física).

2.- El premio era: 63,25 euros.

Mi primera reflexión es que de los casi 83.000 habitantes que tiene mi pueblo, 2.500 están desempleados. Seguramente, a estos desempleados les hubieran venido maravillosamente los 63,25 euros por un día de trabajo. A mi personalmente, que trabajo de lunes a viernes, tener que “trabajar” también un domingo no me hizo ninguna ilusión, aunque se me permitía llegar con cinco horas de retraso a mi trabajo habitual el lunes (esto no le hacía ninguna ilusión a mis jefes).

Tras la primera y última reflexión, y las risas de todas mis amistades, me presenté el domingo en el Colegio Electoral a las 7.55 de la mañana. Allí nos encontramos los nueve ganadores del sorteo de nuestra mesa. Éramos 9: El presidente, el Vocal 1º, la Vocal 2º (yo), los dos suplentes del Presidente, los dos suplentes del Vocal 1º, y los dos suplentes del Vocal 2º (mis dos suplentes, que, por cierto, estaban encantados de mi presencia porque les permitía volverse a meter en la camita).

Las primeras risas llegaron cuando un suplente pretendía escaquearse del puesto porque tenía la comunión de un primo, y para justificarlo traía una fotocopia de una “especie de certificado” que había firmado la profesora del colegio de su primo diciendo que había una primera comunión ese día. (¿?)

Luego llegaron los votantes… La gente se apellida rarísimo… Llegó una señora que se apellidaba “Moreno Castaño”… por supuesto era más rubia que Rafaela Carrá.

Después se personó el matrimonio formado por “Fulatino Peral Martínez”, y “Menganita Manzano Ruiz”, y sus hijos, los dos chicos “Peral-Manzano” se acercaron también a votar. Un miembro de mi mesa se apellidaba “Lechuga”, y cuando yo dije que apellidarse “Peral Manzano” era una guarrada, me regañó soltando su vegetal apellido, hasta entonces totalmente ignorado. En ese momento mi Presidente me echó un cable y le dijo: “Si, pero no te apellidas Lechuga-Tomate”…

Una niña, porque no debía tener los 20 años cumplidos, vino a votar con los sobres y sin documentación. Cuando le dijimos que debía identificarse para votar, se marchó al coche y trajo … ¡¡¡el carnet de la “uni”!!! (de su universidad), ¡¡¡ese que utilizas para sacar libros de la biblioteca!!! Cuando le dijimos que ese medio de identificación no se consideraba válido dijo: “Vale! Le voy a dar mi DNI y mis votos a mi padre, y esta tarde viene él y vota por mi!!! Vale?”… Eso si, mona, era monísisisisisima…

La sala en la que estaba nuestra mesa era una Sala de Ballet, por lo cual estaba llena de espejos y tenía incluso una barra de esas, en la que las bailarinas se agarran y hacen piruetas… Todas, todas, todas, todas, todas … (¿he dicho todas?) las señoras que vinieron a votar, se acuchillaron literalmente contra el espejo… Y la gente, ¡¡¡qué caras más raras pone cuando se mira a un espejo!!!. Se atusan el pelo, sacan morrete, tuercen la cara, giran la cabeza, alargan la napia, levantan las cejas, se rechupetean los labios, sonrien, achican los ojos, miran fijamente, se ponen serias, bajan las cejas, vuelven a sonreir… Lo que viene siendo un millón de muecas gestuales por minuto. Y claro, tú que tienes tu mano extendida para devolverle su DNI, te quedas mirándola flipada, esperando que deje de gustarse delante de ese espejo y recoja su documentación… Porque cuando la peña se mira a un espejo… SE GUSTA!!!! Las que no se gustan ya lo saben, y entonces directamente ni se miran. Pero las que se miran y remiran es porque están encantadas de haberse conocido!!!

Todo esto ocurría entre un montón de risas. Por supuesto, la frase más escuchada del día, después del “VOTA” del Presidente fue… “Ay ¿te ha tocado?”. Esto lo pude oir unas setenta y tantas veces, que es el número de mis vecinos mayores de edad que votaron en mi mesa… En un par de ocasiones, con sorna, dije “No, que va! He venido voluntaria esta mañana!!!”

Vinieron a verme algunas personas, entre ellas, mi ESTRELLA y mi PLANETA, que me preguntó: “Mami, ¿qué hacez aquí?”, y yo le dije “Buscar nombres en esta lista mi vida”… cuando en realidad le tendría que haber dicho “El imbécil hijo, estoy haciendo el imbécil por un día”. Y volvió a preguntar “Mami, y por qué no le daz la lizta a ese zeñor y noz vamoz al parque?”… Ay!!! Se me partió el alma…

A las 20.00 horas cerramos y abrimos las urnas. El escrutinio y recuento cuadró. Que nadie me pregunte cómo, porque eran las 00.40 cuando arrastraba los pies camino de mi casa. Cuadró y punto. Al día siguiente entré a trabajar a la misma hora que todos los lunes.

En mi pueblo ganó el P.P.

Yo gané un sorteo, gané 63,25 euros, gané un montón de risas y anécdotas… ah! Y también gané un nuevo amigo en Facebook

jueves, 23 de junio de 2011

FANATISMO MUSICAL

¡¡¡Qué importante es la música en la vida de las personas!!!

En la mía, desde luego, es fundamental. Vivo con la música que, o bien está sonando físicamente por distintos aparatos, o bien está constantemente metida en mi cabeza.

Me levanto con música en el despertador. Normalmente, la canción que suena se me queda en la cabeza durante ducha y la tarareo. Bajo al coche, suena mi CD de música que he grabado especialmente para ir hasta el metro. Aparco y me pongo mi IPOD con mi música, sólo tiene 100 canciones, pero son espectaculares. No quiero incluir ninguna. No quiero quitar ninguna. Es MI música del metro.

Llego al trabajo. Enciendo el ordenador y sintonizo por Internet más música. Y si no lo hago, porque tengo mucho curro o me entretengo en algo, mi “supercompi Ro” me la pide… “Pon música anda, que con este silencio parece que estamos enfadadas” Cuando entran los clientes siempre nos dicen “Qué marchón tenéis aquí!!!” Y da buen rollo. El hecho de entrar en un despacho y que esté sonando música marchosa da un buen rollo que te mueres. (Ni que decir tiene que nos han pillado bailando a mi compi y a mi más de una vez, más de dos, y más de tres… Es más, tenemos algún cliente que se anima al baile con muchísima facilidad…)

Termino la jornada laboral, vuelta al metro con el IPOD y me vuelvo a subir al coche… La canción sigue por donde estaba… Llego a casa, pongo música, bailo con mi ESTRELLA que me intenta imitar, y con mi PLANETA, al que intento imitar yo, porque tiene un ritmazo que te mueres.

En los viajes, siempre ponemos música. Hasta la de los niños me gusta. La ESTRELLA y el PLANETA se pelean por la próxima canción, y se saben las letras de todas de memoria, ya sean de niños y de mayores. En la moto me pongo los cascos… Parece que te evades del mundo, puedes incluso dejar de sentir frío o calor. (Aclaro que yo no conduzco, voy siempre de paquetillo).

La música te ayuda a superar momentos horribles; la música te ayuda a hundirte, voluntariamente, en la miseria más absoluta; la música te hace bailar hasta que se caen los pies; la música te ayuda a olvidar un mal rato; la música te hace recordar momentos que tienes dormidos en la memoria histórica de tu vida.

La música te hace sonreír, reir, llorar, sufrir, alegrarte, entristecerte, recordar… La música puede resumir tu vida y dividirla en momentos.

Mi vida sería, casi, perfecta, si cantase bien. Porque a todos los que nos gusta la música a lo bestia, nos encanta aprendernos las letras de las canciones y cantarlas a gritos. Las escuchamos atentamente, no las oímos como el que oye llover. Escuchamos las letras y nos las aplicamos a nuestra vida… Y al final, nos las aprendemos como si las hubiéramos compuesto nosotros mismos.

En alguna ocasión me he encontrado ante una manada de humanos en una parada de autobús mirándome, atónita y sin parpadear, mientras yo graznaba literalmente y a mandíbula batiente una canción de Bisbal dentro de mi coche. (Confieso que me apasiona Bisbal, pero hoy no es el día de hablar de cantantes, sino de la música en general)   

Declaro abiertamente que canto mal, horroroso, fatal. Rematadamente mal. Relincho, rebuzno, ululo, carraspeo… Pero lo que yo hago, no es cantar. No tengo voz… O tengo una voz horrible para los cánticos, lo cual hace que mi frustración sea imposible de expresar… Susurro bien, eso si… Claro! No se me oye!!!

De pequeña, Papá me decía que el Cielo sería la cosa que más me gustara en el mundo, multiplicada por infinito, porque la podría hacer durante toda la Eternidad… Y ese era el premio por ser buena en la tierra. Si te gustaba esquiar, pues una pista maravillosa de nieve polvo para estar esquiando sin parar. Si te gustaba el fútbol, pues un campo enorme, con una hierba recién cortadita y todos los jugadores de tu equipo preferido para que jugaran contigo. Si eras una golosona, pues miles de helados de cucurucho o tarrina de los sabores que tú quisieras…

Yo tengo claro lo que haré… Si consigo llegar al Cielo… ¡¡¡Yo pediré un micrófono!!! Y cantaré y cantaré y cantaré y cantaré… ¿He dicho que cantaré? Y me vendrán a echar a la calle, porque como cante como en la tierra… Madre mía!!! Cuántos ángeles se van a dar de baja voluntariamente de mi nube … va a haber un montón de mudanzas celestiales.

Pues lo dicho, mientras esté en la tierra me limitaré a sentir la música, a aprenderme las canciones y a bailarlas sin parar. Y el que llegue al Cielo y me quiera encontrar, que no me busque con los ojos… ¡¡¡Qué ponga el oído, porque me pienso hinchar a cantarrrrrrrrrr!!!!

martes, 21 de junio de 2011

¿CUMPLES LAS SIETE? ... ME GUSTAS

Me gustan los tíos, mucho, muchísimo. Eso lo tengo claro desde pequeñita. Me gustan, les veo, les miro y me doy cuenta de que me gustan… Y es fácil que un tío me guste… (Creo).

Hay varias cosas que me hacen descartar o aceptar a un tío a primera vista.

Enumero:

1.- Primera premisa: Que sea guapo. Me gustan los tíos guapos. Nunca me ha gustado un tío feo. Puede ser más o menos guapo, pero es guapo, siempre han sido guapos, y siempre he tenido novios guapos (Joder, parece que he tenido 30, pues no! He tenido 2 o 3, pero han sido guapísimos, y lo siguen siendo). Reconozco que los de ojos azules tienen más puntos que los de ojos oscuros. Pero vamos, no rechazo a un tío guapo porque tenga los ojos marrones.

2.- Segunda premisa: Que tenga la boca bonita. Y cuando me refiero a la boca, me refiero a los dientes. No me gustan los dientes rotos o la ausencia de dientes. Me repele la ausencia de dientes!!!. Sólo he salido con uno que tenía el diente roto… pero es que era taaaaaaaaaan guapo… que se me olvidaba como tenía los dientes. Eso sólo me ha pasado con uno y una vez… El resto no han sido perdonados en cuanto a la boca... No perdono el mal aliento y punto! Estás muerto si te canta el pozo! 

3.- Tercera premisa: Que tenga las manos bonitas. Fundamental… Me fijo muchísisisimo en las manos, y tienen que ser bonitas. No significa grandes o pequeñas, tampoco blancas o morenas, sencillamente tienen que ser: bonitas. De uña grande, sin pellejos ni padrastros, sin pelos (podría soportar algún pelo… vale…), y limpias. De aspecto limpias y claras…

4.- Cuarta premisa: Que vista bien. Y no me refiero a marcas, me refiero a que tenga gusto al vestir. No aguanto a un tío con jersey de cuello alto (por ejemplo). Rebuzno si lleva camisa de manga corta, si es de cuadros y manga corta directamente vomito… No aguanto en los tíos los pantalones pirata. Si me gustan las bermudas, pero los pirata me espeluznan y si son vaqueros piratas, directamente no le hablo! Con el traje de vestir, me gustan de azul marino, o de azul oscuro con raya diplomática. No soporto los trajes de “colorcillo” indefinido. De los beige… tengo mis dudas… Si eres rubio o clarito, el beige te sienta como el culo! El tema calcetines en un tío es primordial… En primer lugar, si te sientas y se ve donde acaba el calcetín y donde empieza la pierna con todos los pelos (llamados “calandracas” por Bertín Osborne) se acabó. No tenemos nada más que hablar. El calcetín en un tío siempre largo… larguísimo… eterno… Y para vestir, calcetines oscuros, nada de marrón claro, beige, ¡¡¡blancoooo!!!!, nada de todo eso. Para vestir: azul marino o negros (puedo pasar por un granate o marrón oscuro, si conjunta con el zapato). Y en cualquier caso, lleves el tipo de ropa que lleves: fuera los calcetines claritossssssssssss!!!!!!

5.- Quinta premisa: Que huela bien. No me gustan los hombres que huelen a hombre sin lavar. El sudorcillo me repugna. No puedo con la colonia sobre una base de sudor… (Bueno… ¡¡¡estoy con arcadas ahora mismo sólo de pensarlo!!!). Tampoco me gustan esos hombres que les saludas por la mañana y cuando llegas a casa por la tarde te pregunta tu familia que con quien has estado… Esas colonias de hombre absolutamente invasoras no las aguanto. Me gusta que un hombre huela a él, con un toque de colonia. Una colonia suave y fresquita, pero de hombre.

6.- Sexta premisa: Que tenga un nombre aceptable. Nunca podría decir: “Te quiero Higinio”, “Hola Paciano, mi vida”, “¿Nos vamos a cenar Eulogio?”, “¿Qué tal el día, Jovino, mi amor?”. No me puede gustar un hombre, cuyo nombre me mata de risa. No podría llamarle por su nombre, porque me descojonaría en su cara, y me daría vergüenza llamarle en voz alta… y no te digo en una bronca… Echaría mano a su nombre para ridiculizarle y despellejarle seguro: “¿¿¿A mi me lo vas a decir Nicéforo???”, “¿De qué estas hablando Aquilino?”. Nada, no podría… Lo sé. No me acostumbraría nunca.

7.- Séptima y última premisa, pero no por ello menos importante: Que lleve zapatos adecuados. Confieso que tengo un grave problema con los zapatos de los tíos. Porque un tío puede tener las seis premisas anteriores, pero si le miro los pies y lleva … ¡¡¡¡zapatos de rejilla…!!!! ¡¡¡Dios Mío!!! GAME OVER! Nothing to do! Nada que hacer. Se murió. Hasta aquí hemos llegado. Lo mismo me pasa con las sandalias en los tíos. No puedo con un pavo en sandalias. Y las chanclas, los botines, las camperas, … En fin, mi tema con los zapatos da para un post entero… 

Estas son (sólo) las siete premisas que necesito para que un tío me entre por los ojos, así … de primeras… Todavía no he entrado a analizar a la persona, su sentido del humor (fundamental), su bondad (importantísimo), su inteligencia (que puntúa también…)

Y yo me pregunto:  ¿De verdad es fácil que a mi me guste un tío? Y tú … ¿Qué necesitas para que te guste un tío?

domingo, 19 de junio de 2011

OTRA GRADUACION


18 de junio de 2011 - 10.00 horas

He tenido otra graduación… Últimamente no paro de graduar familiares…

Esta vez ha sido más lógica que la anterior (por la edad del graduado) y esperada (temida, ansiada y expectante por los padres del graduado), pero no por eso poco emocionante.

MI PLANETA se ha graduado de infantil y pasa a primaria. Previamente a la ceremonia de graduación, hemos tenido el festival de bailes, por el que han desfilado: girasoles, piratas, marineros, cocineros, hawaianos…

Qué emotivos son los festivales de los coles!!! Y no por lo que hacen los niños, que prácticamente hacen todos lo mismo, sino por la ilusión de los padres y sobretodo, la de los abuelos. Y porque ves muchas familias unidas y felices.

Esos festivales son para los abuelos. Yo tenía uno delante que debía tener media docena de nietos en el cole, porque saludaba con la misma ilusión e intensidad a todos los grupos que salían a bailar. No he sabido dilucidar cual era el de su nieto, y por eso he llegado a la conclusión de que tenía un montón.

Hemos ido MI ESTRELLA y yo solitas, porque el aviador estaba en funciones aéreas. Me ha dado penita que no pudiera estar con nosotras, y con MI PLANETA, que una vez más ha bailado que te mueres!!! ¡¡¡Qué ritmazo tiene el enano!!! ¿A quien habrá salido? … Claramente a mi, que soy capaz de bailar con la música del telediario…

Y cuando me refiero a que la graduación del PLANETA era esperada, quiero decir que también ha sido dudada, porque…

Un día cualquiera de febrero de 2011

Llego a casa de trabajar, y me encuentro al PLANETA viendo la tele, mientras pinta una nave espacial. “Qué tal mi niño? ¿Qué tal el cole?”… “Bien mami, ¿zabes qué? Zólo hay tres niños en mi claze que no zaben leer, y uno zoy yo!!!!”… Coño!!! Y lo dice con orgullo, como retando, como si fuera un logro… Me quedé helada… Es verdad que MI PLANETA es de los nacidos en noviembre, pero… ¡¡¡es el 17 de 20 en lectura!!! A partir de ese día, me obligué a leer con él casi todas las tardes… Perdí los nervios y la paciencia más de un millón de veces…

Un día cualquiera de marzo de 2011 

“Mami, ¿zabez qué? Ya zólo quedamoz doz!!!” Dios Mio!!! Qué mal lo estoy haciendo!!! Vamos los segundos, pero por detrás… Continué leyendo casi todas las tardes, mientras me encomendaba a la Virgen para que me diera paciencia… Es durísimo leer con alguien que, después de dudar, meditar, pensar, respirar profundamente,  dice: “..peeee..” vuelve a dudar, meditar, pensar, respirar profundamente, y dice: “…rrrro…” Te mira con unos ojos enormes y pregunta “¿Qué he dicho mami?”. Es durísimo y muy desesperante, sobre todo porque al lado de las letras de la palabra “peee … rrrro” hay un dibujo de un doberman enoooorrrrrrme!!!!!!

Un día cualquier de abril de 2011

“¿Zabes qué mami? Zoy el único de mi claze que no ha terminado el libro de lectura. Pero no te preocupez, porque me guardan laz chuchez y el premio para cuando termine!!! No ze lo dan a otro niño, me lo guardan para mi” … El aviador y yo nos miramos. No pudimos decirnos nada… No era nuestra culpa, pero si nuestra responsabilidad. Al día siguiente me fui a un Centro Comercial a por “Cuadernillos Rubio”. Estuve hablando con él. Le dije que era importantísimo que hiciera un esfuerzo, porque si no pasaba a primaria perdería a todos sus amigos y tendría que hacerse amigos nuevos… y más pequeños que él… Me miraba con sus ojos inmensos sin parpadear. No logré saber si entendía lo que le estaba diciendo. No lo logré en ese momento, pero si lo logré después, cuando…

Un día cualquiera de mayo de 2011

Llega a casa después del cole: “Toma”… y tira encima de la mesa el libro de lectura… “Laz chuchez y el premio eztán en la mochila…” Y se marcha, sin girarse, sin mirar para atrás… “Ahí queda eso!!!”, me vino a decir. “¿No querías que acabara? Pues he terminado. Pero lo importante de esto (las chuches y el premio) están en la mochila y no lo voy a sacar ni bajo tortura, porque se los come LA ESTRELLA”. No se ha vuelto ha hablar de repetir infantil. Seguimos leyendo casi todas las tardes.

18 de junio de 2011 – 12.30 horas

Han terminado los bailes y la graduación de MI PLANETA, que cuando han dicho su nombre ha recogido su diploma mirándome de frente y con una sonrisa picarona que decía: “Vez, pazo a primaria mami!”. Nos vamos los tres a su clase para recoger la mochila. Me despido de la profesora que ha sido estupenda, y además le ha tenido dos años, por lo que le conoce casi mejor que yo… EL PLANETA ha hecho un gran esfuerzo, se ha notado que al final ha hecho un “sprint” porque en un periquete terminó el libro de lectura… Eso si, si no hace nada en todo el verano se le olvidará hasta como se llama…”

¡¡¡Qué bien!!!, ¡¡¡Qué ánimos!!! ¡¡¡Qué veranito me espera!!! …

Dedicaré mi próxima tarde libre a ir a comprar más “Cuadernillos Rubio”…

jueves, 16 de junio de 2011

TACONADA DE MAYO

Ha pasado el mes de Mayo, y con él, las flores, los tallos y … las B.B.C. (Bodas, Bautizos y Comuniones).

Todos los fines de semana de Mayo, bastantes de los de Junio y alguno de Julio, tenemos algún acontecimiento del tipo BBC, que nos pone a las mujeres en un “brete” para elegir nuestro vestuario.

En primer lugar, para elegir nuestro atuendo es necesario e imprescindible saber que invitadas van a la reunión, porque a estas alturas parece mentira que los hombres no se hayan dado cuenta de que las mujeres no nos vestimos para gustarles a ellos, sino para epatar e impresionar a las otras mujeres del evento.

Una vez conocido este dato, elegimos el vestuario, que consistirá en el traje, el bolso, el tocado (si es boda de por la mañana) y los zapatos… Sólo las precavidas llevarán un fular o chaquetita por si la noche viene fría, es decir por si “refrejca”, y las “superrequetemacroprecavidas” llevarán zapato de repuesto…

Estas últimas son mi gran envidia… Las del zapato de repuesto. Yo nunca, jamás, he llevado zapato de repuesto y ese ha sido el gran error de mi vida y de mis fiestas.

Te has comprado unas sandalias, ideales, con todos tus deditos de pedicura francesa al aire, y con un tacón estupendo de 14 centímetros, que no es tan vertiginoso, porque lleva plataforma delantera de 5 centímetros, y los 9 centímetros de tacón los aguanta cualquiera, además te han costando un “congrio”, con lo cual tienen que ser comodísimos ¡¡por narices!!.

Sales de casa, y ya en el garaje, te vas dando cuenta de que tienes hasta vértigos, y vas pensando “¡Cómo me habré subido a este andamio!”, pero vas subida y te sientes la mejor, porque mides bastantes centímetros más de lo habitual, tu pierna es eterna y de momento … no te tropiezas.

Llegas a la Iglesia, no hay sitio para aparcar. “Déjame aquí en la puerta, mi vida y aparca tú!” le dices a tu acompañante, porque ya ves claramente, que si tienes que caminar tres manzanas con el andamio puesto, no llegas a la celebración.

Pasa la ceremonia, y llegas muy dignamente al aperitivo, que por supuesto se celebra en unos jardines ideales con un césped maravilloso, cortado a la moda “green” de golf, pero que tiene un parking previo de tierra, que te deja los pies marrones-pardos del polvo y miles de piedrecitas enanas entre los deditos de los pies que pinchan como ortigas. Empezamos bien!

Empiezas a avanzar y te das cuenta de que te estás hundiendo en el verdín… Coño! Que bien continuamos… Vamos a ponernos de puntillas un poquito. Y piensas “Vaya, ya se me han olvidado las plantillas para las almohadillas de los dedos de los pies, bien!” Y asi, de puntillas y sonriente, llegas hasta tu grupo de amigas/conocidas, saludas, das dos besos a todo el mundo, y cuando ya te paras en seco, literalmente TE CLAVAS CON LOS TACONES EN EL CESPED!!!! ¡¡¡Qué bien otra vez!!!

De repente te das cuenta de que acabas de minorar tu estatura en 6 centímetros, que es lo que ese jardín ha decidido comerse de tu tacón… Estás literalmente TALADRADA en el césped… Y empiezas una lucha sin cuartel contigo misma, tu pie y tu sandalia. Una escalada sin fin, una ascensión hacía la estatura con la que querías impresionar a todas las invitadas del evento, mientras todas te van preguntando por tu trabajo, tus niños, tu familia… Y tú no estas escuchando, porque en realidad quieres gritar “Pero no ves que no te puedo hablarrrrrrrrrrrr, porque estoy intentado mantener mi dignidad en altoooooooooooo!!!!

Miras los pies de las demás, y salvo una, que está igual de congestionada que tú, las otras dos llevan tacón “corrido” o bailarina plana… Y las odias, las odias, las odias a muerte por haber elegido tan maravillosamente sus zapatos!!! Y miras a tu acompañante que está superanimadísimo hablando con sus amigos y te hace un gesto con la cara de “¿qué tal?”, y tú asientes con la sonrisa más cínica que puedes, porque antes muerta que reconocer en voz alta, que a los 15 minutos de haber empezado el acontecimiento te has dado cuenta de que te has equivocado, una vez más, con tus puñeteros zapatos.

Pasa el camarero, y de lejos anuncia “Palitos de pularda a la mermelada de mostaza dulce”, ofreciéndote una bandeja con una pinta estupenda, pero claro, se ha quedado a una distancia tan lejana de ti, que tú, que por supuesto has tirado la toalla en tu escalada personal por volver a ser una modelo, no llegas a los palitos, porque sigues ABSOLUTAMENTE INCRUSTADA EN EL PUTO CESPED!!!

A la cena… Termina el calvario…¡¡¡Bien, bien, bien!!! De puntillas por el césped, llegas a tu mesa y te das cuentas de que llevas pegado al tacón miles de trocitos de césped despeluchado… Lo limpias como puedes… Por fin … ¡¡¡¡Te sientasssss!!! No te lo crees, no te lo crees, no te lo puedes creer… Estás sentada!!!! Y ese momento maravilloso pasa volando…

Al baile!!!! Alehop!!!! Otra vez arriba!!! Por lo menos aquí no hay césped… y te pones a bailar, que si rumbita, que si sevillana, y empiezas a notar que se te duermen los dedos de los pies y que eres la que más alta de toda la boda, porque se han puesto todas unas maravillosas alpargatas que tu crees que traían de casa, y les da absolutamente igual tu modelazo, porque ellas están comodísimas… Y te empiezan a decir: “No sé como puedes aguantar con los tacones… Yo me los quito siempre a las dos horas!!”, y tú, que antes muerta que reconocer tu error, aseveras: “Siiii … hija pues yo voy como en chanclas!!!”, mientras piensas… “Vete a la mierrrrrrda bonita!”

Y así, pasan las cuatro horas del baile, sabes que si cometes el error de quitarte los zapatos, nunca, jamás te los podrás volver a poner en esa noche, por lo cual no te queda más remedio que sonreir, sostener las lágrimas para que no se precipiten por tus mejillas y esperar a llegar a casa para empotrar las putas sandalias contra la pared…

A las 5 de la mañana, toca retirada… Llevas desde las 6 de la tarde subida a tu andamio, a tu reto personal, a tu dignidad… Casi 11 horas, que se dice pronto… Tienes las plantas y los dedos de los pies literalmente NECROSADOS, y cuando te montas en el coche, tu acompañante te dice: “¿Qué te pasa? ¡¡¡Siempre vuelves como enfadada de los acontecimientos de mis amigos!!!”. Te giras, le miras, tienes taquicardia, te lo quieres merendar con patatas, le odias, en el fondo de tu ser, le odias a muerte y simplemente dices: “Joe… tengo los pies destrozados…”, a lo que te contestan: “Pues hija, con la pasta que te han costado los zapatitos ya podían ser cómodos… y además repartían alpargatas al lado del baño. Había cuatro bandejas enormes con los números 37 al 40, no te lo he comentado porque, como estabas en la pista dándolo todo, no pensé que querrías unas”…

No comments! Fin de la BBC y de tus pies durante, por lo menos, tres días.

martes, 14 de junio de 2011

PECADOS CAPITALES - LA IRA

Sigo destripando pecados y demostrando que tampoco son para tanto…

4.- LA IRA.- “Pasión del alma que causa indignación o enojo”

Me parece una definición preciosa. ¿Esto es un pecado? Que algo te llegue tan hondo que te indigne o enoje y lo manifiestes a gritos y patadas ¿es un pecado? Todo lo que implica corazón, implica pasión, todo lo que conlleva pasión, conlleva sentimiento, y los sentimientos son totalmente incontrolables, así como las reacciones que nos provocan… Está más que justificado que cuando algo nos toca el corazón (y los bemoles) nos pongamos como hidras despeinadas para expresarlo o por defenderlo.

Hay que distinguir un buen ataque de IRA de un ENCABRONAMIENTO CONSTANTE CON EL MUNDO.

Vivir con alguien que tiene un ENCABRONAMIENTO CONSTANTE CON EL MUNDO es asqueroso. Esa amargura de vivir, esa insatisfacción vital, esas malas caras, esos malos gestos, esas malas palabras, esa desazón, todo está mal, todo son pegas… Puaj!!! Es repugnante… Hacer la vida al prójimo amarga… eso si que es imperdonable… Debería estar permitido que te dejaran devolver a fábrica a un encabronado vital.

Un buen ataque de IRA, en un momento dado, te deja nuevo. Lo dejas fluir, se te hincha la vena del cuello, te pones rojo como un tomate, se te desboca el corazón, echas espumarajos por la boca, los ojos te laten dentro las órbitas, das cuatro gritos que te dejan afónico… y nuevo oye! Vuelves a la normalidad con una paz interior y una tranquilidad de espíritu increíbles… Es estupendo… No es pecado es necesidad… Pegar de vez en cuando diez berridos bien puestos… Hombreeeee… Pone al otro/s en su sitio y calma todas las tempestades. Y no te digo, si tienes la oportunidad de pegarle un puñetazo, un buen guantazo, un tortazo, un mamporro!!! Bueno, bueno, bueno… eso es la pera limonera!!!!

Ejemplo claro de IRA justificada: ¿Qué pasa cuando estás en un Centro Comercial y se te pierde un niño? En un principio, te empiezas girar hacia todos los lados, buscas con mirada rápida a tu alrededor, te preguntas “¿de que color iba?”,… “Verde, verde, llevaba la camiseta verde”. Y es cuando te das cuenta de que todos, absolutamente todos los niños del Centro Comercial llevan una camiseta verde, te empiezas a agobiar, empiezas a sudar, empiezas a pensar “el padre me va a matar!!!”, el corazón se te sale del pecho, vas repitiendo su nombre mentalmente, te dan ganas de gritar “JOSUAAAAAAAAAAAAAAAA” y cuando han pasado quince minutos y estás haciendo pucheros, le ves en el stand de las galletas o de los helados partido de risa con otro niño… Ese sentimiento que tienes, inmediatamente después del de alivio, se llama IRA… Le agarrarías de los pelos, le arrastrarías por todo Mercadona, le pegarías en el culo hasta ponérselo morado, le darías el tortazo de su vida… y como no puedes, porque te quitarían la custodia, la IRA pasa a ser IRA CONTENIDA, que ya es la leche!!!, porque no lo has dejado fluir y te pasas todo el día de un café descafeinado… Pero eso no es pecado… no puede ser pecado algo que relaja tanto…   

Ejemplo claro de IRA generalizada: ¿Qué nos pasa a todos los seres humanos cuando cogemos el volante?... M.A.D.R.E - M.I.A.!!!! Se nos desata un odio africano e irreversible hacia todos los vehículos. Nos sentimos atacados por cualquier elemento móvil que se nos cruza o pasa cerca, y no me refiero a un águila que va volando bajo o mareada, ni a un ciervo despistado en medio de la carretera, me refiero a seres de chapa en circulacion que van por la misma vía que nosotros. Y soltamos por la boca, esa boquita educada en colegios privados y bilingües, todo tipo de improperios, tacos, insultos, absolutamente de todo… “Vete a cagaaaaaarrrrrrr!!!!”, “Imbeeeeeciiilllll!!!!”, “Pero donde vaaaasssss, lerdooooooo!!!!”, “Venga, tuuuu sigue y  dame, estúpiiidaaaaaaa!!!” “Mira que lisssssssta!!! Qué lisssssssta”””  . Luego aparcamos, nos bajamos del coche y volvemos a sonreir recuperando nuestra personalidad pacífica y alegre. En el coche nos comportamos como auténticos trogloditas, todos, todos, todos...

No está bien aprovechar que tenemos una situación de superioridad (familiar, laboral, o dependiente por algún motivo), para pagar con el de abajo lo que no podemos pagar con los de arriba o con los colaterales … Tratar a patadas a los que, por una situación de inferioridad, nos deben un respeto es sencillamente asqueroso, y además, la vida es un boomerang que lo lanzas y en cualquier momento vuelve y te pega en toda la cara. Pero eso no es IRA, eso es falta de caridad con el prójimo.

Se combate con LA PACIENCIA que es “sufrir con paz y tranquilidad todas las necesidades”. Creo que es muchísimo más fácil combatir la IRA con Transilium, Lexatines, Orfidales… Lo que viene siendo un buen chute de química que te relaja tanto, te relaja tanto, te relaja tanto … que te acabas haciendo pis en la cama… Y por supuesto, alejando a los niños de nuestras vidas, porque son adorables, pero nos sacan de nuestras casillas con una facilidad pasmosa.


(En mi lista de pecados capitales, la IRA era el cuarto en “menos malo” y la PEREZA el tercero…, pero no sé que me está pasando con la PEREZA que no soy capaz de escribirlo… Quizá será porque, como su propia nombre indica, ¿me estará dando PEREZA?)

domingo, 12 de junio de 2011

REGALOS ENVENENADOS

Los regalos… qué ilusión hacen cuando se recibe. Mientras los abres, sientes taquicardias, y que tortazos te llevas a veces cuando descubres lo que hay dentro del paquete.

A la hora de hacer un regalo, hay varias premisas que siempre se deben cumplir para con el prójimo:

1.- “NO REGALES LO QUE NO QUIERAS QUE TE REGALEN”: cuando tengas decidido el regalo que vas a hacer, debes pensar si tú lo querrías… Es cierto que si el REGALADO es cazador y tú no lo eres, claramente no querrías nada de esta materia… Pero hay determinadas cosas, que regalas que son de imposible entendimiento, por ejemplo: UNA FREIDORA. No, no y no!!! A una mujer, nunca se le puede regalar por su cumpleaños un electrodoméstico que le recuerde cuales son o deberían ser “sus funciones maternales y conyugales”.  Sólo se puede regalar si te lo ha encargado, y pocas veces una mujer encarga esto a nadie, porque no le hace ninguna ilusión.
Mujer, si te regala tu hombre una freidora, inmediatamente has de saber que el próximo regalo de tu hombre tiene que ser UN ASPIRADOR PORTATIL PARA EL COCHE.

2.- “PIENSA EN LOS GUSTOS DEL HOMENAJEADO Y NO EN LOS TUYOS”: ¡¡¡Qué coincidencia!!! Es el cumpleaños de mi mujercita y toca mi grupo preferido el viernes en el Palacio de los Deportes… Le voy a regalar a mi chiquitina un par de entradas para ir a verles… No, no y no!!! No tengas morro!!! A ella nunca le ha gustado ese grupo, vamos, de hecho lo odia!!! No puedes hacer ese regalo. Eso no es un regalo. Eso es un auto-regalo y es vergonzoso que se te haya pasado por la cabeza. Eres un egoísta, tío!!!.
Mujer, si te regala tu hombre DOS ENTRADAS PARA EL CONCIERTO DE AC-DC, inmediatamente has de saber que el próximo regalo de tu hombre tiene que ser LA COLECCIÓN COMPLETA DE LIBROS DE VICTORIA HOLT.

3.- “PIENSA EN LAS NECESIDADES DEL REGALADO Y NO EN LAS TUYAS”: Es verdad que estás hasta las narices de ver los collares, las pulseras y los anillos de tu pareja desperdigados por el cuarto de baño, cajones y cómoda de la habitación. Es verdad que no soportas ese “desorden” que para ella es “orden absoluto” porque sabe donde está cada cosa… Pero que a ti te moleste y necesites que todas las alhajas desaparezcan de tu vista, no significa que ella quiera un JOYERO. No, no y no!!! Un joyero decepciona, un joyero desilusiona, un joyero cabrea, salvo que tenga una joya dentro. Con un joyero te está llamando desordenada y caótica, y que te llamen eso el día que tienes algo que celebrar… sienta fatal.
Mujer, si te regala tu hombre un joyero (sin joya en su interior), inmediatamente has de saber que el próximo regalo de tu hombre tiene que ser UNA PERCHA PARA COLGAR LAS CORBATAS.

4.- “NO LO UTILICES PARA MANDAR UNA INDIRECTA”: Si llevas casada o viviendo en pareja más de seis años, y aparece aquel que ocupa el otro lado de tu cama con algo aparentemente didáctico, no te enfades, no es una indirecta, es una directa clarísima. No, no y no!!! El contenido de ese regalo, es lo que pretende que tú aprendas, porque él considera que no lo sabes hacer, él cree que no lo haces del todo bien o claramente a él no le gusta como lo haces. Date por aludida, y en tu mano estará si quieres aprender a hacerlo con lo que él te regala o si vas a hacer oídos sordos y lo vas a seguir haciendo a tu manera.
Mujer, si te regala tu hombre la GUIA DE COCINA PARA PRINCIPIANTES, inmediatamente has de saber que el próximo regalo de tu hombre tiene que ser UNA MÁQUINA DE ABDOMINALES (hay algunas que se meten debajo de la cama y no ocupan mucho).

5.- “NO SEAS ROÑOSO”: Y si lo has sido, porque has conseguido comprar lo que ella quiere por un chollazo… No lo digas ni bajo tortura!!! Pierde la mitad del valor si confiesas que la mujer de tu amigo te ha llevado al “outlet” de las afueras y has conseguido el regalo de sus sueños a mitad de precio… En ese mismo momento, el regalo deja de ser de sus sueños y pasa a ser del fondo del armario a la derecha… Al final, muy al fondo, donde no se pueda ver… Y por supuesto, nunca, jamás en la vida se regala en una celebración, cualquiera que sea, una imitación de algo… No, no y no! Las imitaciones se regalan como sin importancia, en plan, “me he acordado de ti y mira que chorrada te traigo”… Nunca para celebrar nada, y mucho menos para intentar quedar bien con ella…
Mujer, si te regala tu hombre la COLONIA QUE FABRICA LA FARMACEUTICA DE ABAJO “IGUALITA” QUE LA QUE TU USAS, inmediatamente has de saber que el próximo regalo de tu hombre tiene que ser UNA NAVAJA MULTIUSOS QUE NO VA A USAR NUNCA.

CONCLUSION: Ya que la vida es el mejor regalo, pensemos un poquito en el de “al lado” y regalemos cosas que rechiflen durante toda nuestra larga y regalada vida…

viernes, 10 de junio de 2011

ASCENSORES

Es alucinante el silencio tan incómodo que se produce en un ascensor.

Desde pequeños nos han educado en la sonrisa, la cordialidad, la amabilidad y la cercanía con el prójimo… A mi por lo menos. De forma que hagas sentir a la gente a gusto contigo y como si les conocieras de toda la vida. Esto no es un esfuerzo… Es un esfuerzo, cuando tienes ocho años y tu madre te hace besar en el salón de casa a una merienda de quince amigas, y todas están opinando a quien te pareces, lo que has crecido desde la última vez que te vieron, lo guapa que estás, lo delgada… “El tipo igual, igual, igual que su madre”, “Pero los ojossssss, esos ojos son de padre totalmente, qué barbaridad!!!” Y tu aguantas el chaparrón, con una sonrisa inocente, deseando salir corriendo de allí… Esa sonrisa, con los años se traduce en saber estar, y cuando te dicen que los ojos son de tu padre, tu opinas que el pelo también, pero que las manos son igualitas que las de mami.

Hoy por hoy, la conversación fluye sola. Gracias a todas esas meriendas “infernales” has conseguido que le digan a tu madre… “Oye! Qué encanto tu niña!!!” Eso es un logro… Importante, para ti, y para tu educadora, que te lleva a todas partes sabiendo que lleva al lado un auténtico “animal social”.

Pero ¿qué ocurre en un ascensor sola con un perfecto desconocido del otro sexo?... Pues que no eres natural, porque lo normal es que le preguntaras como está y le afirmaras lo bien que le encuentras, pero como no le conoces de nada, en el fondo te da igual como esté y ni te has parado a mirar como se encuentra… Te importa dos mil pares de pepinos!!!”

La situación es muy incómoda. Entras en el ascensor. El habitáculo en si debe medir 1X1 o 1,5X1,5… no más… La cercanía ya es incómoda, porque la persona que sube contigo, casi invade ese espacio íntimo que pocas, muy pocas personas pueden invadir con naturalidad, porque es tuyo y solo tuyo. 

“Hola ¿qué hay?”, “¿A qué piso va?” “Al 13”… y piensas: “joder, yo al 15!!!… Vaya viajecito nos espera…” Pulsas… Y se hace el silencio. El ascensor va lento, lentísimo… tarda una eternidad por piso. De repente te acuerdas que tienes móvil, y lo sacas… ¿para qué?, da igual, si no hay cobertura. Para nada, para moverte, para disimular, para que parezca que no hablas con él porque estás ocupadísima con tu móvil sin cobertura…

Cuando te das cuenta de que eres una ridícula, lo guardas y te pones a mirar la puerta… La puerta plateada de un ascensor… que no tiene nada, es una puerta y punto… Te das cuenta de que detrás tuyo hay un espejo, pero no te puedes poner a mirarte en el espejo!!! No tía, no… Sigues mirando la puerta. Te miras los zapatos, y la puerta… Mucha puerta…  Concentración en la puerta…

Y en la planta 7ª se para… Por fin, alguien se va a subir… Se abren las puertas: “¿Bajan?”… y te dan ganas de gritar: “No estúpida, subo!!!! Súbete coño!!!!”. Sin embargo dices: “No, subimos”… “Ah…” Se cierran las puertas… Ahí sigues con tu acompañante ascensorista silencioso y taimado… Qué silencio… qué horror!!!

Para en la 9º planta otra vez… Y piensas “Otra imbécil!!!”… “Ay!!! Bajan?”… Y vuelves a gritar en tu fuero interno: “Qué noooooooo!!! No ves la flechita de encima de la puerta!!! Subooooooooo!!!”… Pero dices con una sonrisa: “No, subimos…”, “Ahhhhh!” Nada, está predestinado que nadie suba contigo y tu “amigo sin lengua”…

Por supuesto, a mitad de escalada ascensorista te das cuenta de que te estás mareando, y de que cada vez que se para el puñetero elevador, el estómago se te pone en la punta de la lengua y empiezas a salivar… ¡¡¡Qué bien!!! No sólo no le voy a hablar, sino que le voy a potar en los zapatos!!! Estupendo…

Ah! También se te han taponado los oídos, con lo cual mejor que no te hable porque estás como una tapia… Te haces la maniobra de Valsalva, esa que usas para abrirte los oidos en los aviones cuando se te taponan, y por supuesto, tus oidos pitan con el cambio de presión… Eterno. Se está haciendo eterno…

Por fin… Planta 13ª… “Hasta luego”, “Adios”… Media sonrisa y levantada de cejas. Se ha ido, te has quedado sola en el ascensor… qué gusto por favorrrrrr!!!!

Llegas a tu planta, y cuando te abren la puerta de tu destino dices: “Joder, he subido con un imbécil en el ascensor que te mueres!!!!” “¿Por qué?” No lo sabes, pero seguro que era un imbécil, porque no se ha dignado ni ha hablarte…

Deberían poner música marchosa en los ascensores… e incluso, dar copas!!!
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