lunes, 18 de julio de 2011

COMO TODOS LOS VERANOS

La vida es una secuencia de situaciones y vivencias que se repiten una y otra vez, y que tú intentas que parezcan nuevas y novedosas, llenándolas de ilusión y emoción, para no hundirte en la miseria dándote cuenta de que esto es una rutina, que cada día es una copia del día anterior y que la única diferencia entre un día y otro es que tú te estás haciendo más vieja, lo que implica que eres más susceptible y que tienes menos paciencia a la hora de afrontar la misma situación pero con unos meses/años de diferencia …  

Este verano, como todos los veranos, la cuidadora de LA ESTRELLA Y EL PLANETA se ha marchado de vacaciones.

(Hago un inciso para decir que la palabra CUIDADORA ha llegado a nuestras vidas hace seis o siete años, y que toda la vida ha sido la “chica”, la “chacha”, o en el mejor de los casos la “doméstica”… La palabra CUIDADORA me parece absurda y ridícula, pero la utilizamos para que los niños aprendan a tratar a estos seres con respeto y educación. La palabra CHACHA en superdespectiva, es verdad, pero en el fondo ¿qué son? CHACHAS!!!! O como decía mi abuela “enemigos pagados”)

Hecho el inciso, continúo… La cuidadora se ha ido y me ha dejado, en su sustitución, un tordo con el que no me puedo comunicar porque no habla ni patata de español y se limita a emitir mugidos cuando quiere explicar si hace calor, si EL PLANETA no cena o si tiene que cambiar las sábanas de las habitaciones.

Este verano, como todos los veranos, he vuelto a cometer el error de elegir el disfrute de mis vacaciones en la última quincena de agosto, con lo cual todo el mundo está preparando las maletitas para pirarse a la playa y a mi todavía me queda un mes… Y cada vez que se lo digo a la gente me contestan: “¡¡¡Hasta el 16 de agosto!!! Yo me muero!!!”… Y yo, coño, yo también me muero, y si por mi fuera me iría ahora mismo y no volvería nunca más… pero… esto es lo que hay…

Este verano, como todos los veranos, vivo intentando que mis ratones tengan miles de actividades por hacer para que no se les haga larga y eterna la espera del veraneo familiar. Así han disfrutado de una quincena de campamento, están disfrutando de unos días en la playa con sus abuelos paternos, van a disfrutar de unos días semiplaya/semimontaña con su abuela materna, y terminaremos la última quincena de agosto “all together” en las playas gaditanas.

Este verano, como todos los veranos, LA ESTRELLA Y EL PLANETA han vuelto del campamento con unos arraigados y entrañables amigos capilares… Una vez más, TIENEN PIOJOSSSSSSS!!!

Siempre me ha maravillado la Creación del Mundo. Todas (o casi todas) las cosas que Dios creó tienen un sentido, tienen un por qué, y se enlazan unas con otras de forma que la vida en la tierra pueda fluir sola, gracias al devenir propio de la naturaleza. Pero me voy a atrever a ponerle una pega con la siguiente afirmación: Creo que cuando Dios ideó los animales, se le fue la mano con los insectos… Con tres tipos de grillos, dos saltamontes, cuatro mariposas y seis escarabajos peloteros era más que suficiente para cubrir el expediente insecticida… No entiendo, en absoluto, la existencia de los PIOJOS!!!! No la entiendo y por mucho que pretenda alguien explicármela, no la voy a conseguir entender… salvo si han sido creados sólo y exclusivamente para conseguir la santificación de las madres, y para que purguen sus pecados en esta tierra, quitando liendres, una a una, en los pelos de las cabezas de sus hijos… 

La primera vez que leí en una carta del cole de LA ESTRELLA que habían detectado algunos casos de PEDICULOSIS, pensé que había niños que tenían champiñones en los pies, y me pasé dos semanas vigilando que a mi niña no le salieran sarpullidos ni setitas entre los deditos. Efectivamente no le salieron, y los “pipis” se convirtieron en auténticos brontosaurios dentro de su minúscula cabecita.

Ahora, muchos veranos después, me he convertido en una auténtica profesional en el detectado de los putos piojos, y basta con verles hacer dos gestos para saber que están hasta la bandera de bichitos. Yo les observo mientras ven la tele, EL PLANETA baja la oreja hasta el hombro y se rasca detrás del pabellón auditivo, mientras que LA ESTRELLA demostrando que la teoría de Darwin no es del todo equivocada, se pone las dos manos en la coronilla y comienza un “jras-jras-jras” (tipo chimpancé) que viene a demostrar que en su pelo hay algo más que eso, que pelo.  

Y como ellos, los piojos, son selectivos, saben donde pueden anidar y dejar a buen recaudo sus huevos, o donde simplemente se pueden dar un paseo sin dejar su semillita, de forma, que mientras EL PLANETA tiene unos piojos enormes caminando por su fino y negro pelo, pero no tiene liendres, LA ESTRELLA tiene miles y miles de liendres, y no sé como consigue darles de comer, porque todas están vivitas cuando yo se las empiezo a quitar.

Hay distintos tipos de liendres y piojos:

1.- Las liendres están pegadas al cuero cabelludo, para quitarlas hay que arrastrarlas desde donde nace el pelo hasta el final (normalmente por el camino arrancas el pelo directamente) y son: a.- negras, cuando tienen dentro la “semillita” y pueden estar I) muertas – II) vivas. Se saben si están vivas o muertas porque cuando se las quitas tienes que petarlas y si suena “pac” es que están vivitas y en cualquier momento iba a nacer el piojín; y b) blancas, están vacías lo que significa que el piojin ha nacido y ya campa alegremente por el pelo de tu heredero.

2.- Los piojos son como arañitas repugnantes cuya madurez vital se mide según su color, así los encontramos: a) marron clarito semitransparentes: cuando acaban de nacer. Estos se mueven con dificultad porque son bebitos de piojín y se están acostumbrando a su medio natural despacito. Son difíciles de ver, porque se pueden confundir con lunarcitos o manchitas de la cabeza, pero muy fáciles de coger; b) rojizos: cuando llevan uno o dos días en la cabeza. Están en plena adolescencia, corren que se las pelan, se manejan entre los pelos mejor que Tarzán entre las lianas de la selva amazónica y como no estés rápida, se pierden y escabullen con una facilidad pasmosa; c) negros: están en plena madurez, son enooooormes, y como ya les queda poco de vida, cuando te los encuentras te sacan la lengua y todo!!! Te hacen “brudubrululubrudulu” y se dejan coger, porque ya han cumplido su misión en su asquerosa vida y han puesto miles y miles de huevos en el pelo de LA ESTRELLA, demostrando así que la vida se abre camino.

La liendre se busca mirando el pelo de forma general y lo bueno es que es estática, y el piojo se encuentra en el cuero cabelludo y corre como una gacela.

Para hacer bien la labor desinfectadora es absolutamente necesaria luz natural, un cepillo para evitar tirones y quitar enredones, una liendrera de metal y por supuesto gafas de presbicia, porque llega un momento en que te puedes hasta marear… Por supuesto, el niño que está siendo desinfectado/despiojado no para de protestar durante toda la maniobra y da igual que le des la nintendo o un libro de lectura, siempre acabas enfadado con el pobre niño y se queda sin varios cienes de pelos que le has arrancado, y con un par de capones que le has propinado por moverse.

Para quitar piojos es mejor que el pelo esté mojado, y si se lo has lavado con un champú de esencia de árbol de te, estarán muuuuy mareados y se los quitarás muchísimo mejor. Para quitar liendes es mejor que el pelo esté seco, porque el pelo mojado está totalmente pegado y lo que se necesita es que el pelo esté, como el arroz, sueltecito.     

Y basta con que las madres tratemos el tema de los piojos para que empecemos a “jras-jras-jras” en la cabeza y lleguemos a la conclusión de que probablemente también nosotras los hayamos cogido.

¿A que ahora mismo te pica muchísimo la cabeza? Háztelo ver… Si quieres te los busco yo… Creo que he demostrado que soy una auténtica profesional en el tema de la PEDICULOSIS.

(Enigma despejado: el coche es gris antracita)

3 comentarios:

El 16 en discordia dijo...

Siempre se aprende algo.Interesante la explicación que has dado sobre esos animalitos.Una vez,no recuerdo bien si fué mi hija o mi hijo,volvió de un campamento rascándose,algo parecido como has descrito tu a LA ESTRELLA.Y para esto necesito que me eches una mano como experta que eres en este tema. ¿Existen los piojos siameses o mi hij@ tenia arañas del tamaño de los centollos?Ahora no se si los tienen o no,puesto que cuando les veo rascarse y les digo que se acerquen para hacerles la inspección capilar,huyen y yo les digo...Eso iros que a ver si con un poco de suerte,os taladran el cráneo.Al final es mi mujer la que les termina convenciendo.(Creo que yo no se desinsectarles tampoco).
Cambiando de tema y si te sirve de consuelo,yo me voy de vacaciones antes que tú,pero también vuelvo antes.
Ya veo que no me necesitaste para lo del coche (ni nada más).
ASÍ SE TE OXIDE.

Anónimo dijo...

Todo un tratado de fauna parasitaria. Por cierto, un expert en esos temas me dijo que no solo hay que desinsectizar el cuero cabelludo, tb las sabanas y ropas. ¿Como? Pues metiendolas en el congelador 24 horas, y las putas liendres sabaneras perecen.
Besos de mikito

Mara dijo...

Y los peluches Mikito... Tú sabes que también anidan en los peluches!! Son unos indeseables... Pero conmigo han dado con la horma de su zapato.
Besitos para ti

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